¿Cómo comenzó Bingofy?

Pues mira, éramos dos amigos que recién llegados a Barcelona entramos en una asociación de vecinos de las fiestas de barrio de Gracia donde empezamos a hacer eventitos en la calle para los vecinos con comida, música, etc… Y empezamos a buscar alternativas divertidas a poner simplemente música y ahí es donde nos encontramos con 🙌🏼 EL BINGO MUSICAL 🙌🏼.

A mí me llegó la idea de una amiga del trabajo y además vimos que era algo típico aquí en Barcelona y dijimos: “EY vamos a hacer uno va.” y lo primero que hicimos fue buscar por internet, algún generador de cartones… pero eran todos feísimos, muy manuales y obsoletos fatal…

Así que pensamos “¿oye y si pudiéramos mejorarlo?”

La primera versión

La primera versión la hizo mi colega Ferran pidiéndoselo a ChatGPT, y sinceramente… nos sorprendió que funcionara, pero era muy dura, y teníamos que sacar las canciones de Spotify a una excel y de la excel al chat… Un desastre, pero fue la semilla.

Dudo encontrar una foto real, pero era una tabla con canciones, algunas descuadradas, y ya.

Me pongo a construir el proyecto

Con la aparición de las primeras versiones ChatGPT probamos a hacer el algoritmo que haría la mezcla de los cartones únicos, llamar a la API de spoty con la playlist… pero no funcionó bien del todo. Pasaron unos meses y salió Claude 2.7 si no recuerdo mal, donde le pedí lo mismo, y esta vez… funcionó, nos dio un código que ya apetecía seguir.

“No se hable más, para el siguiente Bingo Musical que hagamos lo tendré listo” me dije a mí mismo. Y así fue, pero era una versión fea fea fea, solo tenía para poner título y la playlist, pero nos empezó a funcionar.

Así que lo fui diciendo a conocidos y amigos “Hey, si quieres hacer un bingo musical en 2 minutos te lo preparo con una lista de spotify”. Obviamente, no fue un exitazo, pero vendí un par de partidas a gente que organizaba bodas, amigos que querían hacer fiestas… O sea que medio funcionaba.

Y así fue, poco a poco durante mi tiempo libre, iba dándole forma a lo que es Bingofy!

Y todavía queda mucho por mejorar, la verdad.